Cuento
Volver
a sonreír.
En un día de mucho calor una
mujer y una niña vestidas de luto viajan en tren. Antes de bajar del tren la
mujer le dice a la niña que no la deben ver llorar. Se bajan del tren y se
dirigen a la casa del cura a quien le piden las llaves del cementerio y este habla con la señora mientras la niña se columpiaba cabizbaja. El
cura le dice a la señora
-
¿Cómo está la niña?, debe ser duro saber que sus padres no regresaran y que a
la única persona que tiene en el mundo es a usted.
- La niña está muy triste, no come, se
la pasa durmiendo y cada que venimos a visitar la tumba de mi hermano y su
esposa ella no quiere regresar a casa.
- Si, me imagino, pero ahora más que
nunca la niña necesita que usted esté cerca, andén con cuidado a visitar a su
hermano y cuñada.
- Gracias señor cura, que pase buena
tarde.
La señora y la niña
caminaron hacia la tumba de sus padres y ella con la voz entrecortada le dijo a
su tía
- Perdón, pero no me
puedo controlar...
Y la niña empezó a
llorar desconsoladamente, gritaba y gritaba frente a las tumbas de sus padres
el por qué la habían dejado, pasando 3hrs su tía le dijo a la niña
– Vamos hermosa,
marchémonos a casa, es hora de comer y descansar, mañana será otro día.
La niña con el corazón destrozado y los ojos
hinchados asentó con la cabeza y se marcharon. Pasaron los días, los meses, los
años y pequeña fue creciendo cada día siendo más fuerte, reparando el dolor y
creándose más metas, al final ella aprendió a sonreír otra vez.
-Mosco Casas Azucena
Buen trabajo, pero aún falta el poema de Machorro
ResponderEliminarFalta el cuento de Portocarrero
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