lunes, 12 de junio de 2017


Cuento
Volver a sonreír.
En un día de mucho calor una mujer y una niña vestidas de luto viajan en tren. Antes de bajar del tren la mujer le dice a la niña que no la deben ver llorar. Se bajan del tren y se dirigen a la casa del cura a quien le piden las llaves del cementerio y este habla con la señora mientras la niña se columpiaba cabizbaja. El cura le dice a la señora
 - ¿Cómo está la niña?, debe ser duro saber que sus padres no regresaran y que a la única persona que tiene en el mundo es a usted.
- La niña está muy triste, no come, se la pasa durmiendo y cada que venimos a visitar la tumba de mi hermano y su esposa ella no quiere regresar a casa.
- Si, me imagino, pero ahora más que nunca la niña necesita que usted esté cerca, andén con cuidado a visitar a su hermano y cuñada.
- Gracias señor cura, que pase buena tarde.
La señora y la niña caminaron hacia la tumba de sus padres y ella con la voz entrecortada le dijo a su tía
- Perdón, pero no me puedo controlar...
Y la niña empezó a llorar desconsoladamente, gritaba y gritaba frente a las tumbas de sus padres el por qué la habían dejado, pasando 3hrs su tía le dijo a la niña
– Vamos hermosa, marchémonos a casa, es hora de comer y descansar, mañana será otro día.
 La niña con el corazón destrozado y los ojos hinchados asentó con la cabeza y se marcharon. Pasaron los días, los meses, los años y pequeña fue creciendo cada día siendo más fuerte, reparando el dolor y creándose más metas, al final ella aprendió a sonreír otra vez.

-Mosco Casas Azucena

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